Por: Sujeto en Movimiento.
A casi un centenar de días de la jornada electoral del 7 de junio, Querétaro está inmerso en los vaivenes de los procesos internos en los partidos políticos.

Como cada tres años se darán a conocer promesas. Los aspirantes mostrarán sus mejores sonrisas, hablarán mirando a los ojos a la gente y se autoproclamaran como apóstoles del juego limpio en una contienda electoral atascada de guerra sucia. Dirán: Yo no tengo enemigos, sólo adversarios políticos.

Como cada tres años los medios de comunicación y sus representantes dirán que son objetivos, que no hay favoritismos, aunque al final del día navegaran sobre la corriente de los intereses y las expectativas creadas desde el cuarto de guerra del candidato que lleva la delantera.

Redes sociales, encuestas, debates, banderines, utilitarios y spots. Todo ello como ingrediente de un proceso de elección impuesto por un sistema de partidos abanderado por la palabra “Democracia”.

En el PAN ha sido designado Pancho Domínguez. La ceremonia encabezada por Gustavo Madero y Ricardo Anaya buscó dar un mensaje de unidad. A partir de esto, buscan ir tejiendo los acuerdos y consensos necesarios para llegar a campaña con la mayor cohesión posible.

Los panistas tienen varios frentes abiertos: las designaciones, la relección de la dirigencia estatal, la paridad de género en las candidaturas y la inconformidad en la repartición de cuotas de poder. A esto le aunamos la expresión de “chivos en cristalería” que anteriormente se autoexcluyeron y que hoy, sin calidad moral, se manifiestan como defensores de la democracia.

En el PRI el capitán del barco se llama Roberto Loyola. Las designaciones de candidatos fueron impuestas desde el escritorio, forzando desde la institucionalidad postulaciones únicas, más no de unidad. El barco priísta está en el puerto, pese a que los cascos aún no se encuentran bien soldados.

Dentro de las precandidaturas tricolores la única disputa pactada fue la del municipio de Querétaro, en donde se registraron Manuel Pozo y Heriberto González como aspirantes. Eso con la finalidad de habilitar a Manuel para hacer precampaña y abrirle los reflectores para ganar puntos de frente a Marcos Aguilar, quien será un fuerte contendiente en campaña.

Los otros partidos viven sus infiernos y disputas particulares, en donde el PRI tiende a ser el más beneficiado. El Verde y Nueva Alianza consolidarán su amasiato con el priísmo. Encuentro Social, Movimiento Ciudadano y el Humanista serán comparsa del tricolor haciéndole la guerra al PAN. Mientras tanto el PT en una acción desesperada por mantener su registro, a través de candidaturas comunes, apoyará el proyecto encabezado por Roberto Loyola. En la numeraria serán seis los partidos escuderos de la que se denominará como marea roja.

En la izquierda Morena y el PRD se disputaran la bandera. Para los encabezados por Sinueh Piedragil será un verdadero triunfo salir por encima de los del sol azteca en las preferencias electorales. Las encuestas marcan esa tendencia.

El telón está arriba. La cuenta regresiva está en marcha. Faltan 102 días y contando…