Están perdidos y se les fueron.
Por: Sujeto en movimiento

El PRI se ha distinguido a lo largo de los años por su generación de cuadros con experiencia. Era una escuela de operación política. Hacían del ejercicio político un arte. No sólo en procesos electorales, sino también en el manejo de su vida interna, la elección de consejeros, dirigentes y candidatos. La creación de estructura electoral y de promoción, e incluso, para inhibir el voto. La movilización, la planeación y logística del día de la elección. Las alquimias horas antes de que abran las casillas, el seguimiento de las mismas y las encuestas de salida para medir el desarrollo de la jornada electoral.

Los discursos, los eventos, la organización, la coordinación, la prevención, el crear condiciones y generar acuerdos era el pan nuestro de cada día. El PRI era una fábrica de “animales políticos” con los colmillos suficientemente afilados, cuyas camadas danzaban en torno de la institucionalidad, pero a valores entendidos de que a todos les haría justicia la revolución.

“El tapado” y “el dedazo” eran los procesos naturales, siempre acompañados de acuerdos precedidos por una real operación política. La designación de candidatos es actualmente un procedimiento avalado en nuestra democracia y se encuentra establecido, de una u otra forma, en los documentos básicos de todos los partidos políticos.

En nuestro sistema de partidos “el dedazo” es legal. Es un procedimiento que ha funcionado, siempre y cuando se haga utilizando a la política como un elemento de acuerdos, en donde nadie se sienta excluido o transgredido en su integridad.

Durante el proceso de elección del PRI para candidatos para alcanzar alguna curul o ayuntamientos en Querétaro, tal parece que la inexperiencia le ganó a la operación política. Surgieron candidatos faltos de consensos. Quienes se encargaron de hacer la nómina de contendientes se distinguieron por su falta de oficio, imponiendo argumentos carentes de veracidad y por consiguiente poco defendibles.

El resultado fue una lista en donde, en su mayoría, impera la inexperiencia, los compadrazgos y la soberbia. Olvidan que en el 2009 no ganó el PRI sino José Calzada y que el actual gobernador no estará en la boleta electoral. El PRI quiso conformar una lista de candidatos de unidad, pero lamentablemente, al no encontrar la capacidad de acuerdos, solo logro imponer un listado de candidatos únicos, simulando una unidad que tiende a desmoronarse.

Diversos medios califican que la deserción del partido de liderazgos en Landa de Matamoros, Arroyo Seco, Colón y Corregidora es debido la traición y el egoísmo de los que se fueron. Pierden de vista que el ejercicio político está basado en los acuerdos y en el cumplimiento de los mismos. No es cosa de colores, cuando no se honra la palabra y se buscan imponer argumentos soberbios y débiles, estas son las consecuencias. En política los vacíos se llenan.

El error de maximizar al Plátano:

Mauricio Ortiz Proal es un dirigente que no puede calificarse de inexperto. Pertenece a una familia de renombre y con toda la experiencia. Conoce las entrañas del partido y sabe de la institucionalidad que debe imperar durante un proceso electoral.

Por eso causa extrañeza la reacción del partido ante la salida de Héctor González. Independientemente de las razones por la que se dio esta deserción, fue burda y sobre dimensionada la respuesta que a través de la coordinación de comunicación social del PRI se dio. Posterior a un tuit que González público en su cuenta, en donde informaba su renuncia al cargo que desempeñaba en la Comisión Estatal de Aguas en Corregidora (nunca dijo que se iba del PRI), el Comité Directivo Estatal se fue de frente y emitió un comunicado en donde le daba las gracias a González, dejando ver de manera vaga que estaba fuera del partido y arremetiendo en su contra.

Si Héctor no tenía importancia para el partido, entonces ¿qué necesidad tenían de hacerlo más grande? ¿Para qué sacar un comunicado inédito para alguien que no vale la pena? ¿Para qué darle tanta importancia a través de la prensa y redes sociales? ¿Emitir este comunicado fue realmente una iniciativa del experimentado Mauricio Ortiz?

Sería lógico pensar que Mauricio no fue el de la idea del comunicado de prensa. Quizá se apegó a la institucionalidad y acató una instrucción del equipo Roberto Loyola, ahora jefe político del partido. Tal pareciera que la inexperiencia se apoderó de la dirección del PRI a través de los que ahora se denominan “Loyola boys”.

La cuenta regresiva sigue en marcha. Faltan 96 días y contando…