El órgano de fiscalización detectó fallas en la Línea 12 desde la Cuenta Pública 2008, cuando se adjudicó el contrato.
La Línea 12, hoy en la mira tras el accidente entre las estaciones Los Olivos y Tezonco, que ha cobrado la vida de 25 personas, fue inaugurada en 2012, pese a fallas detectadas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
La obra, como muestra una revisión a la Cuenta Pública 2011, de hecho mostró que se inauguró con escaleras eléctricas sin funcionar y sin el acceso para personas con discapacidad, como se había señalado en el proyecto autorizado.
Del mismo modo, el costo de la obra pasó de 15,290 millones de pesos (mdp) a 26,200 mdp, lo que implicó malas proyecciones y sobrecostos.
La vía de 23.7 kilómetros, a cargo del consorcio conformado por ICA, Carso Infraestructura, Construcción SAB y Alstom Mexicana, fue inaugurada el 30 de octubre de 2012 por Marcelo Ebrard Casaubón, todavía como jefe de gobierno capitalino, por el entonces presidente Felipe Calderón, así como por Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno electo, Cuauhtémoc Cárdenas, y el empresario Carlos Slim Helú.
Tras el accidente del pasado lunes, el canciller Marcelo Ebrard dijo que colaborará con las investigaciones, en tanto que la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, ha señalado que se llegará al fondo de lo sucedido y se revisará la actuación de administraciones pasadas, además de hacer una revisión de toda la llamada «Línea Dorada».
Fallas antes de la inauguración
Desde 2008, la ASF señaló inconsistencias. En la Cuenta Pública de ese año, se detectó que el contrato se adjudicó sin la suficiencia presupuestal necesaria, que se “ajustó” la propuesta ganadora, de 19,538.5 (mdp) a 17,583.5 mdp, sin fundamentar, y que el predio Terromotitla, donde se recibiría y armaría el material rodante, se liberó cuatro meses después de lo pactado. También se detectaron deficiencias en los estudios de ingeniería básica en el trazo de Santa María Tomatlán a la estación La Virgen, y que el trazo del tramo de Tomatlán a la estación Tula se modificó.
En la Cuenta Pública de 2009, se mostró que el costo beneficio del proyecto para justificar las modificaciones al trazo no se actualizó debidamente; que no se acreditaron modificaciones al proyecto, consistentes en la reducción de 23 a 26 y la eliminación de algunos tramos como resultado de la modificación del trazo; se presentaron modificaciones a los anticipos de entre el 20.9% y el 37.4% y se encontraron filtraciones de agua freática en 513.5 metros en el tramo Atlatlilco-Mexicalzingo (cajón subterráneo).
En ese año también se señaló conflicto de interés, pues aun cuando Enrique Horcasitas era encargado del proyecto, su hermano era directivo de ICA.
«La entidad fiscalizada formalizó en forma indebida el convenio modificatorio núm.1, en virtud de que en la revisión de la documentación proporcionada se detectó que los apellidos del director general del Proyecto Metro del Distrito Federal, coinciden con uno de los directores generales de Construcción de ICA, S.A. de C.V., quien fue promovido a vicepresidente ejecutivo de la misma empresa», indica el documento.
Ya en la Cuenta Pública 2010, se observaron trabajos de mala calidad en talleres, estaciones e inter-tramos, debido a que en los elementos estructurales de concreto armado (muros, columnas, escaleras y trabes) quedó expuesto el acero estructural, y se presentaron segregaciones, abombamientos y fracturas.
La ASF mencionó que, “no obstante, el contratista realizó las reparaciones correspondientes, (pero) nuevamente se observaron fisuras y desprendimientos en la zona restaurada, por lo que se solicitó el dictamen técnico respectivo”.
De acuerdo con la ASF, hubo inconsistencia en el manejo de bitácoras, ya que no se dio seguimiento ni resolución a problemáticas presentadas; hubo trabajos mal ejecutados o de mala calidad; y ministraciones y retrasos por el incumplimiento del programa, y el control de aseguramiento de calidad de la obra civil.