Habitantes de Álvaro Obregón, alrededor de la Terminal Observatorio, señalaron temor a los riesgos que corren por las obras de la ampliación de la Línea 12 pues, aseguraron, el Gobierno se ha negado a darles información concreta sobre el cambio del proyecto.

Algunos colonos afirmaron que tuvieron la última reunión en marzo, donde sólo consiguieron que las autoridades les reconocieran que aún no terminan los estudios de la mecánica de suelo para la realización del patio de maniobras que irá debajo de sus casas.

Del mismo modo, aseguraron que el Gobierno necesita la liberación de 20 propiedades, de las cuales tres están compradas y cinco más en proceso, el resto se niega a vender su predio ante la falta de información y certezas jurídicas.

Incluso uno de los propietarios ya se amparó; otros colonos mostraron severos daños estructurales en sus viviendas con grietas en paredes que, dijeron, hace año y medio no estaban.

Reconocieron que no pueden saber los motivos, pero las autoridades no les han descartado que los daños sean por las obras.

«Nos alarma no sólo que las autoridades ocultan información y que utilizan prácticas dilatorias, sino que el túnel se perforó debajo de la zona minada.

«Las construcciones principalmente de vivienda quedaron hasta arriba, después una capa de tepetate de entre dos y tres metros de espesor después las minas y a una profundidad promedio de 30 metros», explicó Raúl Martínez, habitante de la Colonia José María Pino Suárez.

Estos datos los obtuvieron de las autoridades, con quienes tuvieron una última reunión en marzo, en la cual les indicaron que el proyecto había cambiado, sin embargo, no les explicaron los motivos de ese cambio, lo que los preocupa.

«El primer proyecto lo subieron en 2018, ya cuando estaba saliendo la anterior Administración, y si no es por eso tampoco nos enteramos, la obra la empezaron en 2005, no es que nos opongamos a que haya transporte, lo que no queremos es otra tragedia», afirmó Raúl.

Solicitaron que tampoco han tenido acceso a las declaraciones de impacto ambiental, de uso de suelo, ni a ninguna evaluación de riesgo.

No descartan promover un recurso legal ante las autoridades, sobre todo, aseguraron, por la falta de información que no les da la certeza de que las obras de la ampliación de la Línea 12 sean seguras.

Asimismo exigieron al Gobierno de la CDMX garantías de que, una vez en operación, el tramo subterráneo será seguro para los habitantes, visitantes y usuarios del Sistema de Transporte Colectivo (STC), Metro.

FUENTE: REFORMA.COM