Luego de las múltiples impugnaciones que se registraron en Morena Querétaro y que llevaron a la cancelación de algunas candidaturas, entre ellas la del municipio de Corregidora, se informó que Domitila Lira Arreola había recuperado la bandera de Morena, y por lo tanto podría arrancar sus actividades de campaña.

Después de este hecho, Celia Maya García, aspirante a la gubernatura, se reunió con Lira para manifestarle su total y absoluto respaldo. El hecho, por supuesto, llamó la atención. Al menos esa es la perspectiva de quien redacta estas líneas.

La designación de Domitila generó inconformidades dentro de Morena, como en prácticamente todos los municipios con los respectivos candidatos, pues se cuestionaron los méritos para otorgarle la candidatura.

Lo que resultó extraño fue la insistencia y empuje de la Doctoranda en Derecho, Celia Maya, para que Domitila fuera la candidata en Corregidora. Posteriormente trascendió que la pareja sentimental de Lira Arreola es César Corona, sobrino de la candidata a la gubernatura.

De lo anterior se desglosa que existía en Corregidora un particular interés de Maya García para que su sobrina política fuera la abanderada de Morena.

¿Cómo se le puede denominar a esto? ¿Influyentismo, agandalle? Como sea que se le desee calificar, lo cierto es que a la militancia de Morena se le hizo a un lado para imponer a los familiares de alguien. No podemos decir que fue una casualidad que la sobrina política de la candidata a la gubernatura haya resultado designada para encabezar los esfuerzos de Morena para llegar al CAM.

Si de algo me he percatado en estos breves años de observación es que la política puede estar plagada de lo que a uno se le antoje, menos de casualidades. Y por otra parte también he podido distinguir que la lealtad tiene límites.

No mentir, no robar, no traicionar, decían.

FUENTE: LACRUDAVERDAD.COM.MX