El Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza responsabilizó al Estado mexicano por violaciones a los derechos fundamentales por el megaproyecto del Tren Maya, que “va configurando crímenes de ecocidio y etnocidio”, al presentar su veredicto sobre el caso del Tren Maya.

La sentencia del Tribunal llamó al gobierno de Andrés Manuel López Obrador a reconocer “de modo irrefutable la violación a los Derechos de la Naturaleza, así como los Derechos Humanos, individuales y colectivos, y los derechos bioculturales del Pueblo Maya, que ancestralmente ha sido y continúa siendo protector y guardián de su territorio, los cenotes, la selva”.

También instó a las autoridades mexicanas a suspender inmediatamente el megaproyecto y a desmilitarizar los territorios indígenas, cesar el despojo de las tierras ejidales y terminar con la “persecución, hostigamiento e intimidación” de las personas defensoras de la naturaleza.

En otro punto de la sentencia, el Tribunal conminó al gobierno a que realice la reparación integral de los daños ecológicos y sociales causados por la ejecución del megaproyecto Tren Maya y sus instalaciones colaterales.

Además, estableció como punto urgente que se inicie una auditoría independiente e interdisciplinaria, de carácter intercultural, con la participación de las poblaciones afectadas. Así como la reparación y restauración integral todos los ecosistemas que han sido afectados por la ejecución de las obras.

En la conferencia de prensa virtual en la que se presentó el informe, el juez de origen italiano Francesco Martone dijo que durante sus visitas a la península de Yucatán constataron, con entrevistas a testigos y evidencias, que hay un proceso de represión hacia los opositores del megaproyecto.

Por ello, el Tribunal pidió garantías para que las comunidades puedan ejercer su derecho a la libre expresión y defensa del patrimonio biocultural, en un contexto en el que México es el país con el número más alto de asesinatos contra defensores de la naturaleza.

El Tribunal cataloga al Tren Maya como “un megaproyecto de transporte ferroviario que pone en grave peligro de destrucción a ecosistemas y comunidades mayas”, que conecta con “polos de desarrollo, megagranjas porcinas, entre otros, exacerbando sus impactos sociales, culturales, ambientales y de género, y cuyo Plan Maestro nunca ha sido presentado por las autoridades”.

De acuerdo con el veredicto, el Tren Maya plantea incidir en procesos migratorios, políticos, económicos, comerciales y turísticos y se vincula con el Corredor Interoceánico que pretende interconectar el Océano Pacífico con el Atlántico en el Istmo de Tehuantepec, integrando diversos proyectos económicos.

El obispo emérito Raúl Vera, el único mexicano del grupo de jueces, dijo que las autoridades no han presentado el Plan Maestro del megaproyecto porque se trata de la “destrucción no solo del pueblo maya sino de la naturaleza”.

“Están escondiendo una destrucción directa de la naturaleza. No han presentado el Proyecto Maestro, no lo han presentado porque ellos mismos se verían obligados a no seguir adelante. Están ocultando la verdad”, dijo.

“A mí como mexicano me avergüenza que de manera tan evidente esté la mano del poder Ejecutivo en esto y que el Ejército sea el operador de esto”, lamentó.

 

-Con información de La-Lista