Opacidad, negligencia e irresponsabilidad; son los «ingredientes» con que Marcos Aguilar Vega confinó el grave problema que hoy genera a miles de familias la clausura y obras inconclusas de la presa El Salto, tras haber recibido los recursos -gestionados por cierto, por la anterior administración- hace casi tres años sin que estos hasta el día de hoy, hayan sido aplicados para este fin de manera clara y concreta.
Fue a través de una asignación directa a una de las empresas amigas del también hoy candidato plurinominal por el PAN a la diputación federal, que comenzó a realizarse esta obra que habría sido planificada para resolver de manera eficaz, los problemas de inundaciones en época de lluvias como las que se ya se dan estos momentos en cientos miles de viviendas y fraccionamientos.
Con una clausura a cuestas como la que pesa sobre los trabajos de esta presa, por no cumplir con la normatividad y ser marcada por un proceso plagado de opacidad administrativa bajo el mandato de Marcos Aguilar como presidente municipal, es como hoy miles de familias, ya empiezan a sufrir los estragos que dejan las inundaciones a su patrimonio y seguridad personal.
Es importante destacar, que de haber sido realizada en tiempo y forma y de acuerdo a los procesos claros y establecidos por la ley, esta obra estaría hoy atenuando el grave problema que se vive en las zonas de Juriquilla, Jurica, Loma Bonita y Santa María Magdalena derivado de las fuertes lluvias de la temporada y que han dejado en situación precaria a familias, adultos mayores, niños y personas con discapacidad, confinándolos a perder oportunidades laborales, educativas y de productividad.