El gobierno de Estados Unidos anunció este lunes que acordó con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, reforzar la seguridad en la frontera sur de México como parte de los esfuerzos para frenar el creciente número de migrantes de Centroamérica que cruzan el país y llegan a Estados Unidos.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, explicó que México mantiene un despliegue de 10,000 soldados en la frontera sur del país, número superior al que el gobierno de López Obrador había anunciado previamente, pero que de acuerdo con la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), forman parte de un despligue ya existe.
«México tomó la decisión de mantener 10.000 efectivos en su frontera sur, algo que permite elevar al doble las interdicciones (del paso) de migrantes», dijo Psaki, en su rueda de prensa diaria.
El gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, precisó que en las últimas semanas negoció este acuerdo con representantes de México, Guatemala y Honduras, países que se «comprometieron a aumentar la seguridad» en sus respectivas fronteras, dijo la portavoz de la Casa Blanca.
«Guatemala aumentó en 1,500 el personal policial y militar en su frontera sur con Honduras, y accedió a establecer 12 puntos de control a lo largo de la ruta migratoria; mientras que Honduras destinó a 7,000 policías y militares para dispersar a un gran contingente de migrantes», agregó Psaki.
El objetivo, aseguró la portavoz, es «dificultar el viaje (hacia Estados Unidos) y el cruce de fronteras» para los indocumentados que emprenden el duro trayecto.
Al mencionar el acuerdo con México, Psaki no aclaró si se refería a efectivos de la Guardia Nacional mexicana, que en marzo ascendían a 3,484 desplegados en el estado de Chiapas, fronterizo con Guatemala.