El presidente Andrés Manuel López Obrador atribuyó a tres elementos la negativa de nueve estados a la federalización del sector salud: que tienen la capacidad de otorgar un buen sistema de salud; no les gusta la gratuidad; o por la corrupción.
Se comprometió de nuevo a que su gobierno dejará el mejor sistema de salud a nivel mundial, pero ha sido complicado por la condición en que encontraron el sistema de salud.
“Lo que hicieron en el periodo neoliberal fue descentralizar el sistema. Lo dejaron como un cascarón, se dedicaban a transferir los fondos a los estados; sin embargo, solo manejaban como diez hospitales o sea la Secretaría de Salud federal y todo lo manejaban en los estados”, indicó.
El mandatario federal agregó que “se enviaban los fondos, se transferían los fondos a los estados y se desviaban los fondos o se hacía negocio con la compra de medicamentos, de ahí fue donde surgieron estos intermediarios con mucha influencia que le vendían todos los medicamentos”.
Con la federalización que propone su gobierno, afirmó, se atrae la nómina porque no pagaban a los médicos y a las enfermeras o los contrataban de manera precaria y de forma eventual, incluso quienes tenían entre 10 y 20 años trabajando sin base.
“Quiénes son los que no aceptan, qué argumentan, nueve estados unos y no hay que desconocer sus razones porque sostienen que ellos tienen capacidad para garantizar el servicio de salud pública y que no quieren la federalización, que quieren mantener ellos la responsabilidad y las facultades para garantizar el servicio de salud”, señaló.
El segundo elemento que planea “es que aunque parezca increíble no les gusta la gratuidad, no están de acuerdo y así hay mucha gente con ese pensamiento conservador porque sostienen que eso es populismo, paternalismo: cómo no se les va a cobrar, cómo no va a haber cuota de recuperación”.
Comparó esta razón con la búsqueda de la privatización en materia educativa.
No quieren que sean públicos porque quisieran que estudiara o se curaran solo quienes tengan para pagar”.
Señaló a quienes protestaron cuando el gobierno anunció que daría becas para médicos, “aunque piensen que estoy exagerando que se salieron a manifestar en contra, porque iba a tener competencia, iba a haber muchos cardiólogos, muchos pediatras y entre menos pues ganan más, pero existe esa mentalidad”.
El tercer punto es que algunos estados no quieren la federalización porque quieren que permanezca la corrupción.
“Acabamos de estar en el Estado de México y hasta las farmacias de los hospitales estaban privatizadas”, expuso como ejemplo, donde antes de la llegada de la morenista Delfina Gómez, la gubernatura estaba en manos de Alfredo del Mazo.
De nuevo comparó el hecho con el sistema educativo. “A los que prestaban los servicios que todavía en algunos gobiernos prevalecen y he hablado de cómo hubo una oposición a la llamada reforma educativa y los maestros se defendieron con razón y todo el debate fue sobre la mala calidad de la educación. Los maestros están contentos porque no hay maltrato se les respete como merecen”.
En materia de salud, señaló, “cómo nos ha costado, por eso en el último tramo del gobierno que encabezo la mayor parte del tiempo la voy a dedicar a que dejemos un buen sistema de salud y vamos avanzando, vamos bien”.
El presidente aseguró que no faltará un solo medicamento porque cuentan con los fondos, pero les costó muchísimo, incluidas reformas a las leyes “y enfrentar una campaña hasta ahora cuando se puso a funcionar la mega farmacia se pudieron enojadísimos por la distribución de los medicamentos”.
También señaló que con su gobierno se está regresando al ISSSTE público, mediante la integración que ya no tenía porque todos sus servicios estaban subrogados.
Los estados que no se han sumado a la federalización son Nuevo León, Yucatán, Coahuila, Guanajuato, Jalisco, Querétaro, Chihuahua, Aguascalientes, Durango.
-Con información de PROCESO