La premisa inicial era: no meter las manos dentro del proceso electoral de la Universidad Autónoma de Querétaro para no empañarlo y ser una figura imparcial, como sería el ideal deber ser.
Sin embargo, la realidad es que la actual Rectora, Teresa García Gasca, ha faltado a su propia palabra de mantenerse al margen de lo que sucede en este proceso de sucesión para el siguiente periodo en la Rectoría del Alma Mater.
No pasó mucho tiempo para que, como sucede en cualquier contienda electoral, los macanazos entre candidatos y candidatas llovieran al por mayor y por supuesto salpicaran a la todavía máxima autoridad de la universidad.
Lo más prudente debió ser dejar de lado las acusaciones y no evidenciar el coraje que ha mostrado Tere Gasca estos últimos días.
Nunca ha sido tan activa en redes sociales como ahora, en donde tiro por viaje comparte mensajes para aventar piedras a quien las cache. Pareciera sutil, pero Teresa García está inmiscuida en el proceso electoral, quiera o no.
Apenas a inicios de esta semana, convocó a una rueda de prensa para justificar el plagio de sus Tesis de Doctorado, y aunque aseguró que no hablaría del proceso electoral, buscó la manera de salir a cuadro ante los medios de comunicación y victimizarse para ganar los adeptos que ha ido perdiendo (y de rebote, su candidata impuesta).
En su más reciente publicación en redes sociales (específicamente en Facebook), compartió un extenso (e innecesario) agradecimiento a todos y cada uno de los que conforman la Universidad… ¿en medio del proceso electoral? ¿Es una carta a jugar para ganar votos de ciertos sectores para su candidata? ¿Por qué no se ha mantenido al margen y, por el contrario, le ha entrado a la guerra sucia compartiendo memes en sus redes sociales?
¿Será que el coraje de sentir que hay un candidato que les lleva la delantera, la hace actuar de manera desesperada? Esperemos que la sed de protagonismo no termine por hundirla más de lo que ya se ha ido hundiendo su barco de la Universidad y que la Comisión Electoral, que fue conformada para vigilar este proceso, esté a las vivas de que no jueguen manos extras.
