Aguascalientes, Baja California Sur, Ciudad de México, Querétaro, Guanajuato, Hidalgo, Tamaulipas, Coahuila, Tabasco y Yucatán son las únicas entidades que no tienen una Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM) activa en este momento.

A pesar de que en estas entidades sí se han registrado hechos relacionados con violencia de género, la situacion no es de la magnitud que se presenta en otras entidades en las cuales sí ha sido necesario activar los mecanismos de AVGM.

Actualmente hay 25 Alertas de Violencia de Género declaradas en 22 entidades en nuestro país. Sin embargo, pese a las alertas, los feminicidios han aumentado 137%; en algunos estados el alza es de 2,100%

La AVGM es un mecanismo para que el gobierno implemente y de seguimiento a acciones para garantizar la seguridad de mujeres y niñas ante un panorama de violencia. Las medidas van desde investigar violaciones a derechos humanos y aplicar sanciones, a la reparación del daño y el diseño de políticas públicas para evitar más delitos contra ellas. Actualmente hay 25 alertas en 22 entidades federativas.

Pese a este mecanismo, en Chiapas, donde la alerta se activó en 2016, las víctimas de feminicidio aumentaron 50% de ese año a 2021.

El Edomex es uno de los tres estados con dos AVGM, una emitida en julio de 2015 y otra en septiembre de 2019; sin embargo, las mujeres asesinadas en esa entidad registran 145% de crecimiento.

Nuevo León, donde este viernes fue hallada muerta la joven Debanhi Escobar luego de 13 días de búsqueda, tiene alerta desde noviembre de 2016. De ese año a 2021, sus cifras anuales de feminicidios son: tres, 43, 79, 67, 67 y 66: un alza de dos mil 100% en víctimas de violencia.

Además, datos del SESNSP indican que los homicidios dolosos contra mujeres se incrementaron 58% desde 2015. Sumando las cinco mil 723 víctimas de feminicidio y las 17 mil 620 de homicidio, en promedio nueve mexicanas son asesinadas cada día.

Es decir, independientemente de que haya o no mecanismos activos como alertas de violencia de género contra la mujer, la violencia feminicida sigue creciendo en todo el país. Lo que ha abierto nuevas interrogantes respecto a dicho mecanismo, además de la corresponsabilidad que todos tenemos como sociedad en combatir el fenómeno.

La educación y formación en el seno familiar sigue siendo uno de los elementos más importantes que como sociedad tenemos para combatir esta terrible situación. Es en las familias en donde se siembran los principios y valores que necesitamos desarrollar en conjunto para avanzar hacia realidades más justas, con empatía, solidaridad y sin violencia.

Adicionalmente, las autoridades de todos los niveles deben trabajar par abatir la impunidad que prevalece en todo el país. Si bien estados como Querétaro tienen cifras récord en resolución de casos de feminicidio, donde 6 de cada 10 casos se resuelven y se castiga a los responsables, en todo el país sólo 1 de cada 10 casos son resueltos.

Es cierto también que se requiere avanzar en materia de sensibilización y capacitación del personal de las dependencias que atienden estos casos, para que la atención a víctimas sea irreprochable, evitar la revictimización, eliminar la burocracia y mejorar los tiempos de respuesta para atender los casos y proteger a las víctimas de las situaciones de riesgo y sus agresores o agresoras.